Procedimiento de termoterapia por conversión de energía eléctrica que utiliza corrientes alternas de frecuencia elevada produciendo un calentamiento gradual sobre la piel, actuando sobre las fibras de colágeno, fortaleciéndolas, lo que crea un efecto de contracción reduciendo la flacidez.
Es un procedimiento sencillo. La duración del tratamiento es variable dependiendo del área a tratar. Áreas pequeñas suelen realizarse en 25 o 30 minutos, mientras que áreas más amplias pueden prolongarse de 45 a 60 minutos. Una vez terminada la sesión el paciente puede incorporarse a su vida cotidiana inmediatamente, evitando el sol y los UVA las siguientes 48 horas. Se recomienda beber abundante agua tras la sesión, ya que ayudará al resultado final. El número de sesiones necesarias varía de 12 a 15, con una frecuencia de 2 a 3 por semana.